16 de julio de 2009

¡Viva San Fermín!

Que viva, sí, pero no a costa de esto. Los encierros, al fin y al cabo es darles a los toros un paseo por el pueblo. Pero luego llega el "arte" del toreo.























NEGRO


Media luna de sombra en Amarillo
círculo sobre círculo, ojo concéntrico.
Aparece Negro, altivo y desorientado,
distraido y soso le llaman, encima.
Negro quiso salir y ser libre, y creyó en sí mismo
pero le dio terror saber de qué iba el juego.
Se mezcla Negro en Amarillo, y corre...
Se mezclan, y brota el rojo que se derrama.
Verónica le mira cobarde, traicionera
y Negro se mueve cansado y triste, sabiendo su suerte.
Rojo viene cada vez más fuerte, más intenso,
casi más negro que Negro.
Negro pisa a Amarillo, cada vez menos negro,
a cada segundo más rojo: más muerto.
Mares que lo invaden todo,
Mar Rojo de nuevo por la mitad abierto
y el Mar Negro, que viene a desembocar en Mar Muerto.
¡Y ríen cobardes desde arriba,
malditos, ávidos de muerte!

Cara a cara, Negro y Acero se enfrentan
ya nada importa, y chocan, y Negro parece perder
pero sigue en pie, más rojo ahora,
y le remueven para ahondar la llaga en la entraña;
exhausto y exangüe, hinca las rodillas y cae.
Ahí descansa ahora, lomo a tierra,
mezclados al final Negro, Rojo y Amarillo...
negro, Negro yace en el suelo
Negro, negro como el alma del torero.


Kaizen, 7-7-04.

inventos

Todo lo que podía ser inventado ya ha sido inventado.



Charles Duell. Commisionado, Oficina de Patentes de los EE.UU., 1899.