15 de septiembre de 2011

LOBO PARK.


VISITA A LOBO PARK. 13 SEPTIEMBRE 2011.

El Lobo es un animal poderoso, cautivador y fascinante. Es un ser enormemente social, y en esa sociedad hay muchos rasgos similares a los que podemos encontrar en una familia o una empresa, por ejemplo. Pero en una manada no hay envidias ni traiciones ni engaños. La estabilidad de la manada está cimentada en el altruismo y la generosidad natural de cada individuo en beneficio de todo el grupo. Claro está, sí existen rivalidades y luchas internas. Una manada no es un simple grupo de lobos, sino un ente vivo que es más fuerte y más importante que la suma de sus individualidades. Rudyard Kipling escribió en El Libro de La Selva: “La fuerza de la manada está en el lobo, y la fuerza del lobo, en la manada”.  


Hace tiempo quedó grabada la huella de un lobo en mi puerta, con un aroma inconfundible. Decía el Lobo Estepario que “todos tenemos un alma de lobo”, pero muchos no se dan cuenta, o no la tienen en cuenta, o no quieren cuentas con ella. Los lobos suelen ser bastante sumisos en algunas situaciones en las que son superiores, para no herir. Tienen un poder enorme y desgarrador, y que no lo utilicen es precisamente lo que los hace grandes. Ese es el carácter del lobo. El Lobo no es el asesino sanguinario de películas y cuentos infantiles. El lobo mata, sí, pero esa es su Naturaleza. No abusa de su poder; ese es su carácter. El lobo es un animal bastante más civilizado que muchas personas que creen serlo.
A principios de 2003 me puse en contacto con Carlos Sanz, un biólogo amante del Lobo y antiguo colaborador de Félix Rodríguez de la Fuente. Carlos Sanz sigue trabajando por la defensa y la conservación del lobo ibérico en España, creo recordar que últimamente con la exposición itinerante del programa Amigo Lobo. Él me dio a conocer un parque que se iba a abrir al público unos meses después. Era Lobo Park, en Antequera.  Ayer, y después de varios intentos fallidos de visitar el parque, pude ir. 


Tres horas de viaje y llegada a Lobo Park. Nos recibe amablemente la “manada” de Daniel Weigand, un grupo de profesionales entregado al parque y a sus lobos. Daniel hablaba con unos turistas extranjeros que nos acompañaron en la ruta. Nos guía Louise, que nos explica sencilla y completísimamente los comportamientos y los rasgos físicos y sociales de estos bellísimos animales.
El primero en aparecer es un perro-lobo, híbrido entre lobo y alaskan malamute, un ejemplar acogido por el parque. Yo he tenido la suerte de acariciar a un perro lobo checoslovaco, pero esto es otra historia. El perro lobo checo es un perro de carácter difícil (se obtuvo cruzando lobos europeos con pastores alemanes en los años 50), y actualmente el cruce entre perros y lobos está ilegalizado, como bien nos explicaba nuestra guía, apuntando también que no se puede culpar a la Naturaleza, si después ese animal no es lo que tú esperabas.
Siguiendo la ruta, dos viejos lobos de Alaska nos miran esquivos desde la sombra. Acuden a la comida, imponentes. Son increíbles.  

La loba polar llamada Nukka mantiene la belleza y la desconfianza de una voluntad salvaje. Pelaje blanco, esbelta, patas fuertes y manos anchas adaptadas para la nieve. La acompañan –creo recordar– dos lobos timber más jóvenes. Nukka se refresca en su ‘piscina’ mientras me mira tímidamente con sus intensos ojos color miel. 


Los lobos europeos forman una manada tranquila en la que destaca el lobo alfa, poderoso y elegante ante los demás. Juguetean despreocupadamente muy cerca de nosotros, mientras otros descansan.


El ‘signatus’ es el lobo ibérico, que tiene una belleza y un carácter únicos. Lo distingue de otros subtipos de lobo su característica mancha oscura en la parte anterior de las patas (que le da el nombre de signatus). Las tres preciosas crías nacidas en mayo son algo más desconfiadas ante las personas... Louise nos dice que estas crías no han sido criadas con biberón, puesto que sus mayores les enseñan con su comportamiento que deben ser ‘sociables’ con los humanos, sin dejar nunca de desconfiar.


La visita termina, yo sigo con ganas de hacer la misma ruta otra vez... Prometo volver y disfrutar de la Noche de Aullidos, en otra ocasión. El pequeñín Daniel se despedía de Louise con una mentira (“Es de broma...” decía).

                Una maravilla esta inolvidable experiencia entre lobos; mi sincera enhorabuena a Lobo Park, a su gente y a sus lobos. Mis deseos de suerte para que sigan trabajando por el Lobo como hasta ahora. Lobo Park es un recinto único, cuidado magníficamente por el equipo del parque y con una tarea fundamental para la supervivencia del lobo: Una función educativa hacia las personas; es decir, si aprendemos que el lobo no es un ser maligno y parásito, ni es un asesino, sino un precioso animal que hay que proteger... podremos lograr que mejoren las condiciones para su vida en libertad.

PD: En cuanto a lo que decía Hermann Hesse en El lobo Estepario sobre la parte animal del alma... A veces, para conseguir el equilibro, hay que dar rienda suelta al lobo... dejar que afile sus dientes... la parte animal (de ánima, alma) del lobo da felicidad al hombre porque le otorga plenitud. Hombre y animal no sólo no son incompatibles, sino que se necesitan y alimentan mutuamente.