26 de noviembre de 2009

Sansaru - Los tres monos sabios

Sansaru -- 見ざる、言わざる、聞かざる


Cuenta una antigua leyenda japonesa la historia de los tres monos sabios del templo de Toshogu. Mizaru, Kikazaru e Iwazaru, traducidos como no-ver, no-oir, no-hablar, y representados por un mono que no ve, otro que no oye y otro que no ve.
La negación "zaru" se confunde homofónicamente con el término "saru", que significa "mono".




La leyenda dice que los tres monos, cada uno con dos virtudes y un defecto, eran los mensajeros de los dioses que delataban las malas acciones de los humanos.

Kikazaru, representado como el mono sordo, observaba a quienes hacían malas acciones, y se lo transmitía a Mizaru mediante la voz.

Mizaru, el mono ciego, no necesitaba su sentido de la vista, puesto que se encargaba de llevar los mensajes que recibía hasta el tercer mono.

Iwazaru, el mono mudo, escuchaba los mensajes transmitidos por Mizaru y decidía el castigo que los dioses infligirían al humano.



Hay múltiples interpretaciones posibles y válidas, unas positivas y otras de carácter pesimista o negativo.
Obviamente, los tres monos sabios representarían el desentendimiento de los problemas, buscando una salida fácil.

Otra posibilidad, similar a la anterior, recae en que "No hay peor ciego que el que no quiere ver, peor sordo que el que no quiere oír y peor mudo que quien no quiere hablar’, que se traduce en el reconocimiento de que se pueden mejorar las cosas, pero no existe interés en hacerlo.

Una tercera interpretación, más optimista, dice que se deben potenciar las virtudes cuando tenemos algún defecto: "El que no oye, es un gran observador; el que no ve, escucha detenidamente y el que no habla, escucha, observa y toma las decisiones sin decir palabra", esto se podría, a su vez, interpretar como una disposición a trabajar en conjunto para dar soluciones.

Para llegar a la sabiduría una persona debe:
  •  Negarse a escuchar maldades
  •  Negarse a ver maldades
  •  Negarse a decir maldades.

De aquí se entiende que los ingleses traduzcan a estos "three wise monkeys" como "see no evil, hear no evil, speak no evil". Lo que no entiendo muy bien es que se traduzca al español como ver, oír y callar. Porque eso reduce el asunto a las acciones de Iwazaru.

Por mi parte, en mi pequeño libro de poemas titulado Tempus Fugit quise dar otra versión más, reflejándolo con Iwazaru (solo) en la ilustración de la portada, queriendo abrir dos vertientes en cuanto al significado: decir por un lado "no puedo hablar", y por otro "me niego a hablar". "No puedo hablar" simbolizaría a la Poesía en sí, pues sirve para decir lo que no se puede decir... de ese modo puedo analizar y describir, cubriendo desde la sociedad más abstracta hasta mi 'yo' más concreto e íntimo en una introspección cercana a la poesía existencial. Por otro lado, "me niego a hablar" aludiría en este caso a "negarse a decir maldades", una de las formas de alcanzar la sabiduría, según esta misma leyenda oriental. Es, en definitiva, una reivindicación por la esencia de las cosas, por la verdad y la realidad.
Algún día, por qué no, explicaré esto verso a verso (golpe a golpe). Todo eso se sostiene bajo el peso enorme del Tiempo, no como magnitud sino como un ser subjetivo (al que se le da algún rasgo subjetivo como 'cobarde'), que literalmente "huye", quitándose de en medio, buscando el desentendimiento como forma de escapar, con lo que se volvería a la primera interpretación de la leyenda...

Y divagando un poco más, con la premisa de que todo está conectado, se podría hablar de "la Leyenda del Tiempo" de Camarón, que por cierto la letra es de FG Lorca...and so on, and so on...


Y el tiempo que se derrama...
se derrama... se derrama.
Tempus fugit...

Por eso Iwazaru es de efímero papel.


"¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!"
(Lorca)

 Por eso Iwazaru es azul.

9 de noviembre de 2009

Another Brick DOWN the Wall

Sobre el XX aniversario de la caída del Muro de Berlín.


12 agosto 1961. El muro se levantó de la noche a la mañana.
9 noviembre 1989. El muro cae, de la noche a la mañana.

Entre ambas fechas, 28 años de muro de supuesta "protección antifascista", aunque en realidad "las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, y las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental... (wikipedia)".
No se pretendía que Occidente llegara a ellos, sino evitar que sus propios "camaradas" emigraran a Occidente, como estaba ocurriendo los últimos años, con la consecuente e insalvable ruina económica para la parte oriental.

Hoy celebramos este aniversario con el convencimiento de que algo así no puede volver a ocurrir... ¿o no?
Al terminar la Primera Guerra Mundial hubo una frase que se repitió en todo el mundo: ¡Nunca más! Se refería a que nunca más debería haber otra guerra semejante a esa. Se dice que no debemos olvidar nuestro pasado para no repetir nuestros errores, pero pocos años después volvieron a repetirse los mismos errores en la Segunda Gran Guerra. ¿Cómo podremos explicarles a nuestros jóvenes que en mitad de una de las capitales de Europa había un muro, y que no se podía pasar de un lado a otro?

Pero no olvidemos que en nuestros días aún existe otro muro...
El Muro de Israel*, en construcción desde 2002, declarado ilegal por el Tribunal de la Haya en 2004 y aún en expansión, pretende acotar -y de hecho acota- el territorio Palestino a lo largo de 700 kms. Este nuevo muro de la vergüenza, con poca publicidad en Occidente, mejora la seguridad de los israelíes frente a los terroristas palestinos, y por otro lado separa miles de familias entre sí y de sus hospitales, colegios, mercados... no quiero extenderme en este tema. Investigad.

El muro de Berlín, el Apartheid surafricano, el muro palestino, está claro que la Historia se repite, no aprendemos... y ¡ojo! que Bush planeaba construir un muro a lo largo de la frontera con México. No aprendemos.

La cita:
"No hay nada tan malvado, salvaje y cruel en la naturaleza como el hombre normal". Hermann Hesse.

La canción:
(era evidente) Pink Floyd - The Wall.

El film:
Goodbye, Lennin. 2003.