7 de enero de 2010

FRÍO

Anoche me bebí todo el frío
en un plato concreto.

Ahora...
tengo que meter al horno mis flaquezas
y dejarlas consumirse en el calor.
Tengo que hacer un barquito de papel
con mis penas laminadas
y soltarlas río abajo.
Tengo que despegar con cuidado
las venas amargas de mi piel
meterlas en un sobre
y enviarlas por correo sin remitente.
Tengo que sacar a la ventana mis lágrimas
y disolverlas en la lluvia.

Anoche me bebí todo el frío
y no lo echo de menos.

Tengo que llegar al absoluto,
rozar el Nirvana.
Tengo que cantar tanto por la lágrima
como por la risa.
Tengo que desempolvar el arma poderosa
y destruir con palabras el tiempo.
Tengo que esquivar el frio
aunque se me huya el calor,
tengo que evitar las cartas muertas.
Tengo que evitar quemarme
aunque no me encienda.
Tengo simplemente
que reconocerme eterno.

Anoche me bebí todo el frío
pero hoy ha vuelto.


Noviembre 2004.


PD: Ya hay actualización del post anterior.

2 comentarios:

Tila wolf dijo...

Eres como la nieve que cae repentina,
vienes tras el deshielo de mis ojos.
Eres como la nieve y tu alma esta nevada.
Ahora que caen copos sobre la mía
no puedo cobijarme más que en ti.
Tú que floreces en cada rayo solar
y te resguardas tras el hueco de la luna.
Eres como la nieve pero tu sangre es fuego.
Vuelve, quédate siempre,
en el invierno de mi corazón
¿Pero cómo, si te derrites?
y tu sangre es fuego?

Andaya dijo...

Reconozco cada una de tus palabras; me reconozco en cada lamento. Y es extraño verse en otro, creeme.
Es precioso, desde el dolor-frio-, hasta la obstinación del apego a uno mismo.