8 de septiembre de 2009

Z E N


Buda no es un dios externo, como otros tantos. Buda no es un dios. Buda fue una persona llamada Sidarta Gotama. Buda es un despierto, un iluminado. Con una sólida base budista, el ZEN se desmarca de las religiones, ansiosas por demostrar externamente la espiritualidad interna, abarcando éste desde la simple meditación hasta toda una cosmología del Universo. Muchos son los caminos que conducen a la Iluminación: La meditación (Zazen), los acertijos que pretenden un despertar de la iluminación (Koans), los bellos y aparentemente simples poemas místicos (Haikus)…


En el Zen no hay preceptos que cumplir, no hay mandamientos ni normas. El Zen es sencillamente libertad de conciencia. Armonía y equilibrio, el Zen es la disciplina de la Iluminación por medio de la evolución personal. El Zen es un estado inalterable, en el que ya no se depende de los condicionantes de la vida, las alegrías ni los pesares. Profundo misticismo y prosaica cotidianidad, el Zen no separa lo divino de lo humano, sino que cada acción humana es una forma de trascender.


No pretende marcar pautas ni plantear dogmas de fe, por lo que no puede enseñarse mediante libros y sentencias y evangelios… Se trata de una experiencia vivida; no pensada. Todos formamos parte de un mismo Universo, una misma conciencia Universal, por eso no tiene sentido proponer unos mandamientos que cumplir, puesto que cualquier mal que se haga a los demás, se lo está haciendo uno a sí mismo. Es el Karma: Todos nuestros actos tienen una reacción. Para poner la “cuenta a cero” con el Karma, hay que dejar de sentir las emociones (son meras apariencias que impiden avanzar hacia el Nirvana); no sentir rabia, ni ira, ni envidia, ni alegría ni dolor. El sufrimiento se acaba en el Vacío. El odio, la codicia y la ilusión deben sustituirse por la moral, la meditación y la iluminación.


Las cuatro Nobles Verdades:
--Verdad del sufrimiento: La existencia es sufrimiento.
--Verdad de la causa del sufrimiento: El deseo, el apego y la ignorancia causan el sufrimiento.
--Verdad de la cesación del sufrimiento: Se puede lograr un estado exento de sufrimiento.
--Verdad del camino hacia el cese del sufrimiento:
* Visión correcta.
* Pensamiento correcto.
* Palabra correcta.
* Acción correcta.
* Medio de existencia correcto.
* Esfuerzo correcto.
* Atención correcta.
* Meditación correcta.

1 comentario:

Pilar dijo...

Sinceramente, me siento un poco perdida en las religiones orientales. Pero soy gran admiradora de Siadarta, el que describre Herman Hesse en su libro. Entiendo el significado del camino en el que se aprende y de la libertad para recibir cualquier clase de conocimiento.
Todo cambia cuando las utopías se hacen realidad...Aunque tarden.